Cyclostatic. Un hombre llega a la plaza del pueblo o ciudad donde vive, planta su cyclostatic y se pone a pedalear. Una mujer llega y le dice que se tiene que ir. Pero este hombre no es cualquier hombre, quiere darle la vuelta al mundo. Y ella no es cualquier mujer, es de la Guardia Civil Española. Estos dos personajes llevan su historia a cuestas, una historia que conocemos gracias a su encuentro y que, una vez más, nos enseña que los prejuicios nos impiden conocer las verdaderas motivaciones de las personas.
La visita. Luisa, que está a punto de suicidarse, recibe la visita inesperada de quien dice ser su Hada Madrina. Está, lejos de ser el Hada soñada, se muestra torpe e insensible ante la situación y los sentimientos de su ahijada que se niega rotundamente a creer en la magia. Tras algunos desvaríos, crisis histéricas, decisiones inesperadas, recuerdos dolorosos y unos pocos trucos de magia, Luisa y el Hada intentarán reencontrarse a pesar del orgullo y de las normas. Y a pesar de ellas mismas. Lo que parecía ser una lucha de dos polos opuestos, resultará ser conexión llena de amor y, ¿magia?
Una pieza tragicómica basada en recuerdos, dolores, muñecas y retazos Disney.
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