Tres cómicos ambulantes, José, Blas y Candelaria, llegan a una nueva plaza.
Se les ocurre la loca idea de representar las aventuras del Quijote.
Como no es una tarea fácil, Candelaria decide poner a prueba a José y a Blas para ver si tienen buenas cualidades para ser un buen Quijote y un buen Sancho, reservándose para ella el papel de Dulcinea.
Así, intentarán reproducir algunas de las escenas más famosas del libro.
Luchan contra gigantes y ejércitos, escriben cartas de amor y hacen penitencia, a la vez que nos muestran como Don Quijote es loco y obstinado pero valiente, y Sancho es bruto y ambicioso pero fiel.
Los tres cómicos descubren que la obra de Cervantes está llena de humor, grandes valores y sobre todo imaginación.